Necesito una traducción jurada, ¿qué hago?
La traducción jurada es como la salud: no te acuerdas de su existencia hasta que la necesitas. Y, cuando lo haces, suele ser con urgencia —lo sabremos nosotros, que solemos recibir solicitudes de traducciones «para ayer»—. Es entonces cuando las preguntas se empiezan a amontonar en tu cabeza: ¿qué es una traducción jurada? ¿Cuánto vale? Y ¿cómo contacto yo ahora con un traductor jurado? Relaja esa mente, que venimos cargaditos con todas las respuestas a tus preguntas, y con información que no nos has pedido, pero que nunca está de más, ¿no?
¿Qué es una traducción jurada?
Una traducción jurada es la traducción de cualquier tipo de documento sellada y firmada por un traductor jurado nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. A diferencia del resto de traducciones, conocidas como simples, la traducción jurada tiene carácter oficial, por lo que es válida ante autoridades y organismos judiciales y administrativos.
Todo es susceptible de ser traducido de esta forma; sin embargo, los documentos a los que más suelen enfrentarse los traductores jurados son los certificados de nacimiento, matrimonio, defunción y penales, los títulos y expedientes académicos, los contratos, las escrituras o las nóminas, entre muchos otros. Por poder, se puede hacer una traducción jurada incluso de una conversación de WhatsApp que deba ser presentada ante el juez, ¿lo sabías?
¿Quién puede hacer este tipo de traducciones?
Tu prima la de Cuenca, que pasó un verano en Londres, no puede hacerte una traducción jurada (ni de ningún otro tipo) por tres razones: porque no está formada en traducción, porque las traducciones siempre deben estar hechas por un traductor nativo y porque no posee el título de traductor jurado. Este título lo otorga el Ministerio de Asuntos Exteriores tras haber superado el examen y conseguido «plaza», y los capacita para firmar sus traducciones y dotarlas así de validez legal. O sea, que la traducción jurada que te han solicitado solo puede hacerla un traductor que cumpla con estos requisitos, y nadie más.
Es muy probable que este mundo sea ajeno a ti, que estés descubriendo toda esta información de golpe ahora mismo y que no tengas ni idea de cómo contactar con un traductor jurado. Por suerte, casualidad o destino, has llegado al lugar adecuado en el momento justo: en Traducciones Ketra hacemos traducciones juradas a tu medida. ¿Qué quiere decir esto? Pues que encontramos al mejor traductor jurado para ti, teniendo en cuenta tu combinación de idiomas, el tipo de documento y el plazo con el que cuentas. Y, al contrario de lo que la gente piensa, hacerse con una traducción jurada es pan comido: solo tienes que hacer clic aquí y contarnos qué necesitas. Del resto nos encargamos nosotros.
¿Qué debe incluir una traducción jurada?
Es importante que sepas distinguir entre una traducción jurada y una simple para que no te la cuelen. Para ello, grábate a fue que toda traducción jurada debe ir siempre acompañada de una copia del original sellada y fechada, así como del sello y la firma del traductor responsable. Y, además, en el sello no pueden faltar los siguientes datos:
#1 Nombre y apellidos del traductor jurado
#2 Idioma de trabajo habilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores
#3 Número oficial y único del traductor jurado
Hablemos del money… ¿cuánto vale una traducción jurada?
A los traductores nos gusta mucho la palabra «depende» y, no te vamos a mentir, este es un buen momento para utilizarla. Ningún traductor te dará un precio exacto sin ver antes el documento porque, para presupuestar una traducción, nos basamos en el volumen de palabras o páginas a traducir, el idioma requerido, el tipo de documento, su maquetación y muchos otros factores. No obstante, si tienes mucha prisa, pide tu presupuesto o envía un correo a info@traduccionesketra.com y lo tendrás en menos de 24 horas. Easy-peasy.